El estilo de baile funky, también conocido como funk dance, ha evolucionado y se ha adaptado a lo largo de los años, manteniendo su esencia llena de diversión y energía. Se originó en la década de 1970 como una fusión de diferentes estilos de baile, incluyendo el jazz, el soul, el hip hop y el street dance. Hoy en día, el funky sigue siendo un estilo de baile popular que se practica en todo el mundo.

Una de las características distintivas del funky es su actitud desenfadada y divertida. Los alumnos pueden improvisar y jugar con los movimientos, mostrando su personalidad y disfrutando del momento. La improvisación y el freestyle son elementos fundamentales del funky, lo que permite a los bailarines expresarse libremente y disfrutar de la música y el baile.